Lubricar la cerradura de una puerta es una tarea sencilla que se puede hacer en casa para mantener la puerta comprometida y bien lubricada. Una cerradura bien lubricada te ayudará a abrir y cerrar la puerta con mucha más facilidad y comodidad. Finalmente, la lubricación es un proceso importante para que el cerrojo funcione bien durante mucho tiempo.
¿Por qué lubricar la cerradura de una puerta?
Tener tu cerradura lubricada es un paso importante para mantenerla funcionando bien y sin problemas. La lubricación mantiene la parte interna funcionando suavemente, lo que permite a la llave girar fácilmente y abrir tu puerta con facilidad. Además, prevendrá el desgaste y la corrosión en los componentes internos de la cerradura para que dure más tiempo.
Una solución económica Grafito de lápiz
¿Quieres saber cómo lubricar la cerradura de una puerta sin gastar mucho dinero? El grafito de un lápiz es una excelente opción. Introduce el grafito en el ojo de la cerradura y luego usa tu llave para pulirla. El polvo de grafito hará que la llave se deslice suavemente, proporcionando una lubricación eficaz.
Primero, tendrás que sacar el cilindro de la cerradura quitando el tornillo sujetador en la parte posterior. Una vez que hayas retirado el cilindro, límpialo lo mejor posible cada parte por separado. Después, toma el grafito de lápiz y coloca el polvo gris dentro del cilindro, luego introduce y saca una llave para lubricarlo completamente.
Vuelve a montar el cilindro de vuelta en su lugar. Esto permitirá que los componentes se muevan sin resistencia al girarlo y abrir la puerta.
Lubricante seco o en aerosol de teflón
Aplicar lubricante seco de teflón a una cerradura es la mejor manera de prevenir problemas de atascos. Primero debes limpiar cualquier suciedad y restos alrededor de la cerradura con un paño húmedo para garantizar que el lubricante se adhiera bien. Después, usa un aerosol o aceite con una aplicación muy fina directamente en la clavija.
Esto ayudará a proteger los componentes internos contra el desgaste prematuro causado por los fenómenos del entorno, como la humedad y la lluvia.
Grafito seco en polvo
Lubricar una cerradura con el polvo de grafito es una forma segura y fácil de mantenerla en buen estado. Para comenzar, sigue el mismo procedimiento realizado con el grafito tomado de un lápiz. Con un cepillo pequeño, esparce el polvo de grafito sobre los componentes del mecanismo interno. Finalmente, reensambla tu cerradura.
Lubricante mineral no tóxico
Si la cerradura de tu puerta está atascada o resistiendo al abrirse, una buena solución para el problema es lubricarla con un lubricante mineral no tóxico. Antes de aplicar el producto, primero debes limpiar y secar la cerradura para que los restos de polvo o suciedad sean eliminados.
Una vez hecho esto, aplica un poco de lubricante a la parte donde el mecanismo se mueve para garantizar que cualquier zona rugosa se deslice sin ninguna fricción. Después usa un paño suave para distribuir uniformemente el producto alrededor del orificio y acabas de lubricar tu cerradura.
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